Ramalazo de Realidad

Fue solo un momento.  Como el orgasmo espiritual de los santos.  Lo vi tendido en el suelo con una sábana de retazos cubriendo sus despojos mortales.  La gente rodeaba el cordón policial con mucha curiosidad y no poca indolencia.

 

Pensé en la fragilidad de mi propia vida... y por un momento, fui triste.

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